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5.1. ¿OTRA COP DENTRO DE LA COP? Una mirada andino-tropical de la COP de biodiversidad 

  • Foto del escritor: Andres Caicedo H.
    Andres Caicedo H.
  • 29 sept 2024
  • 5 Min. de lectura

Una mirada andino-tropical de la COP de biodiversidad 

Existe una relación orgánica e ineludible entre la visión del gobierno de Colombia y la visión de los movimientos sociales y ambientales alternativos.  La sustancia que dio vida al gobierno actual de Colombia, es semilla y es flor de una mirada distinta del problema ambiental, una mirada que, de manera natural, se contrapone a la visión convencional de las COP y el desarrollo sostenible suave. La manera cultural de los pueblos latinoamericanos que contrasta con el modo de producción del sistema económico impuesto.             


La Coalición Paz con la Naturaleza, es una apuesta urgentemente innovadora ante la visión clásica que ha enmarcado las COP desde Río 92 y la primera COP de biodiversidad en Nasau 1994. La coalición Paz con la Naturaleza, busca abrir un escenario mayor para otras miradas de la dicotomía entre la conservación y el desarrollo, “necesidad humana de comprender mejor el fenómeno de la vida, propósito que exige volver a relacionar los modos de conocer con los modos de vivir” (Velasco, 2016). Miradas otras, que respeten y permitan el despliegue de otros mundos, ya que como hemos reconocido, el mundo en el que vivimos, no es el mejor ni el único posible:


"La ecología participaría así de la visión compleja y critica del mundo generada en dichas sociedades, opuesta a la ideología de explotación y dominio presente también en las mismas (Deleage, 1993). De esta forma, tal como sugiere Morin (1987), por primera vez en la historia de la ciencia occidental, la lógica propia de una disciplina científica parece oponerse o dificultar las practicas manipuladoras y mutiladoras de una racionalidad económica y tecnológica puesta al servicio del progreso ilimitado" (Castillo, 2013).


Tampoco se trata de una negación con imposición frente al universo convencional del desarrollo sostenible, sino que es un convite a una dimensión intercultural sostenible y sustentable, “un mundo donde quepan muchos mundos, que todos los pasos caminen, que todos la rían, que para todos amanezca” (Apuntes a la Declaración de la selva Lacandona, 1996).


La Paz con la Naturaleza local, esta atravesada por diversas contradicciones y se encuentra en permanente reconstrucción, como en la utopía planteada por Galeano, una Paz que permite caminar.

 

·         No podemos hacerlo todo, ni hacerlo al mismo

tiempo: Haciendo Yuca Brava

“Hoy es el día de las calles y las plazas”,

el día de los montes y las trochas, el rio, la montaña y la vereda.


Desde que se posesionó el gobierno del Colombia en la era actual, se colocaron de nuevo las contradicciones del desarrollo sostenible sobre la mesa y se adquirió de entrada un protagonismo mundial y un lugar histórico en la reflexión ante la crisis ambiental y civilizatoria. El mundo observa con una noble expectativa, como desde Colombia con una fuerza novedosa, se plantean apuestas reales y firmes en favor de la descarbonización (COP cambio climático) y la Paz con la Naturaleza (COP biodiversidad). Este último concepto, “Paz y Naturaleza”, implica también una apuesta holística frente a la idea dominante en la ONU de “Seguridad y Clima”.


Los discursos y los discernimientos del presidente de Colombia y la ministra Muhamad en los eventos ambientales internacionales y locales, tiene muy pocos precedentes en Latinoamérica. Tampoco antes se había tomado tan en serio el problema de la energía, un presidente que menciona el concepto de entropía en su discurso de posesión, y nunca antes, por ejemplo, se había invertido tantos recursos en la protección de los bosques en la Amazonia, reconociendo y defendiendo desde el ámbito ministerial, los “Ríos Voladores” y las conexiones andino-tropicales entre la alta montaña y las selvas de la Amazonia. Los logros que se vienen tejiendo y destejiendo, en medio del conflicto en Colombia y la crisis global, son apenas el inicio de un complejo e ineludible camino.


Lo cierto es que no podemos exigir que se haga todo, y que además se haga al mismo tiempo. El gobierno alternativo que se presenta en Colombia, merece una mejor oportunidad después de tan larga e injusta espera, y el trabajo de corregir o mitigar las contradicciones generadas durante 200 años, no se hará en corto tiempo.


En este complejo escenario GLOCAL, Colombia asume la presidencia de la COP de Biodiversidad por 2 años, y propone la coalición Paz con la Naturaleza, una figura inédita que emerge del pensamiento ecológico nativo del trópico americano, encarnado en el gobierno de Colombia, y que de alguna manera se resguarda en los principios de la endogénesis contextual explicativa (Fals Borda, 2004), de la economía descalza (Max Neff, 1985), de las epistemologías del sur (Santos, Rivera, Leff, otros) y de las visiones alternativas de las cumbres que se tejen de manera critica desde los años 70’, como el grupo Bariloche (1976) o el manifiesto Bussau (1979):


 “Conocer el mundo significa ante todo conocer la casa en que vivimos, sus senderos, su jardín. Porque si es cierto que todas las casas y todos los senderos y todos los jardines componen un mundo, también es cierto que el mundo se despliega para encontrar un lugar total en cada casa, en cada sendero, en cada jardín.” (Max Neff, 1985).


Todavía estamos lejos de superar la visión occidental, clasista y urbana de la conservación, basta observar el contexto regional. Pero con la coalición Paz con la Naturaleza, estamos contribuyendo en el tejido de ese camino. Y ese es el reto por asumir del gobierno de Colombia, “otra COP” dentro de la COP. Al decir, de otro colombiano, León de Greiff, sabemos y debemos hacer saber que, también cuando hablamos de ecología y biodiversidad: “Todo no vale nada, si el resto vale menos”.


En una dimensión complementaria, ya nos queda a cada unx de nosotrxs la tarea en los territorios, donde se despliega la realidad, y en este caso la biodiversidad. Este ya es otro capítulo, la participación senti-pensante en negociaciones y acuerdos, en los temas departamentales, municipales, en el corregimiento o en la vereda, en la comuna o en el barrio.


“Sí se propician las condiciones adecuadas, la gente común y corriente puede hacer importantes aportes para elaborar diagnósticos cualitativos y crear procesos germinales de un nuevo entramado relacional, que sea producto de intercambios orgánicos al interior de la población con sus diversas expresiones culturales” (Velasco en Peña 2011).


Desde una mirada local muy válida, la conservación de la biodiversidad en los países tropicales, debe adoptar el marco del rescate y la reivindicación de lo comunitario, del trabajo colectivo y cotidiano en la defensa de los ecosistemas y las comunidades locales, que se han hecho ecología e historia de cada lugar. La necesidad del trabajo colectivo y local (relocalizado), también se soporta en el pensamiento complejo, al decir de Ríos (et al. 2010): “sobre un mismo objeto existen distintas miradas que lo describen en su totalidad, ya que ninguna de ellas lo puede describir como un todo, como alguien dijo antes, <el concreto es concreto porque es síntesis de múltiples determinaciones, por lo tanto, unidad de la diversidad>”.


Es ahí, en los procesos locales y microlocales, donde emergen las verdaderas soluciones a la crisis planetaria. Y es desde ahí mismo, donde emergió la posibilidad de un gobierno alter-nativo en Colombia, la coalición “Paz con la Naturaleza” y una nueva y ancestral esperanza ecológica.

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